No puede haber negocio contrario a los derechos humanos.
Está prohibido por la jurisprudencia internacional.
La cuestión es que tú luches por los derechos humanos. Y que convenzas a otros de también hacerlo.
Combate el puto virus del afán de lucro, que seguro te tiene más invadido de lo que tú te piensas. Los megarricos son un puto espejismo. Y el ejemplo de lo asocial, de lo contrario a los derechos humanos.
Que el problema si, depende de esas variables que sugieres en tu apuesta.
Y puede modificarse ante imprevistos como una opinión pública defensora de los derechos humanos.
¿Te has leído la declaración? Todos debemos hacerlo y, después, ya me dices otra mejor. Si la encuentras.